¿Cómo evitarlo? Preparándonos para verlos venir!   Suena a broma, pero no lo es.Ciertamente,   para realizar o conseguir casi  cualquier  cosa en la vida nos preparamos : el  organizar un viaje, el planificar tener hijos o no,  el  comprar  una casa, el estudiar una carrera determinada para un trabajo determinado.Sin embargo, cuando se trata de buscar/encontrar alguien tan especial con quien compartir nuestra vida,  el resto de nuestra Vida, confiamos en Cupido, que es el menos fiable. Ahora ya lo sabemos: el Enamoramiento  (Cupido) es ciego; el Amor  lo ve todo.

De hecho Cupido debería empezar por  hacer que nosotras nos enamoremos  de nosotras mismas.

Como dijo Oscar Wilde: ….amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio que durará toda la vida…”

Sólo amándonos, conociéndonos,  siendo las protagonistas de nuestra propia Historia de Amor,  podremos llegar a vivir Relaciones de Pareja  Plenas y  disfrutar de una Sexualidad Gratificante y Nutritiva.

En este nuestro Trabajo Interior dejaremos de atraer a «cualquiera». Dejaremos de repetir patrones.  No estaremos necesitadas; no mendigaremos amor.

Sólo entonces podrá  tener lugar el  encuentro   entre dos personas conscientes. Dos Seres Humanos que  deciden unir sus vidas para  ayudarse a  crecer juntos   (y no para comer perdices como nos han engañado)

¿Cómo llegar a ello? ¿por dónde empezar? ¿cuál es el proceso a seguir?

Hay infinidad de propuestas: libros, peliculas, psicólogos, coach de parejas,  talleres, cursos. De todo encontramos en el Bazar del Amor.

Básicamente hay que tener en cuenta  sólo 2 cuestiones:

1º Entender, saber, SENTIR   qué es Amor.

Abrirnos al Amor.

Abrirnos a sentir la Energia del Amor sin miedo.  Una Energia  Amorosa que no tiene nada que ver con lo que nos han  enseñado. Porque el  AMOR no hace  sufrir, no es sacrificarse,  no es necesitarse, no es aguantar, no es poseer..

De hecho   el  Amor no puede definirse, sólo  sentirse.

2º Conocerse  a sí Mismo.

Estaba escrito en el Templo de Apolo, en Delfos: Conócete a tí mismo, y conocerás el Mundo y a los Dioses. Es decir, conocer  a los demás,  y al Dios que está en uno.